martes, octubre 25, 2005

Movilización de protesta contra la Cope

He recibido una movilización muy interesante contra la Cope. Algunos grupos cristianos parecen estar cansados de las mentiras de los Obispos. Os la dejo a continuación para que aquellos que os interese, sigáis sus instrucciones.

Queridos/as amigos/as:
Suponemos que estáis al tanto de que la Cadena COPE, dependiente de la Conferencia Episcopal, emitió los pasados días 5, 6 y 7 unos espacios "humorísticos" en los que se burlaban del intento de los emigrantes subsaharianos por entrar a Europa. Si no lo conocéis, podéis entrar en la página web y comprobarlo personalmente.
Esto nos parece muy grave, ya que se trata de la vida y la muerte de cientos de personas. Pensamos que dicha cadena informativa ha dado un paso más (pero muy importante) en su tónica grosera y burda de ataque fascista a cuanto quieren. Pero como se da el caso de que COPE depende directamente de la Conferencia Episcopal creemos que es esta, por medio de su Presidente el último responsable de esta agresión a los mínimos derechos de las personas, que es ser tratados con dignidad en su dolor y, en algunos casos, en su muerte.
Por eso hemos elaborado dos cartas, una para ser firmada por grupos, comunidades, comités, etc de todo tipo, tanto confesionales como no (pues creemos que este tema es de ética pura). Y otra, exactamente igual, para ser firmada a nivel individual.
Si estáis de acuerdo con el texto, únicamente tendrías que imprimirlo y hacer tres sobres dirigidos a:
a.. Monseñor D. Ricardo Blázquez Pérez, Presidente de la Conferencia Episcopal española Añastro, 1 28033 Madrid
a.. Monseñor D. Juan Antonio Martínez Camino (copia de la carta) Añastro, 1 28033 Madrid a.. Sr. Director de la Cadena COPE (copia de la carta) Alfonso XI, 4 28014 Madrid
Poner en la carta el sello de la organización a la que perteneces, el nombre de la persona responsable y la firma (y en el caso de carta individual, el nombre y la firma).
No podemos, por nuestra propia dignidad, callar ante este atropello y, si estáis de acuerdo, os pedimos que deis la mayor difusión posible a esta campaña reenviando este correo a todas las organizaciones y personas que pienses que pueden estar interesados/as en este trágico tema. Recibid un fuerte abrazo y nuestro agradecimiento por vuestra colaboración,
COMITÉ OSCAR ROMERO DE MADRID COMUNIDADES CRISTIANAS POPULARES DEL ESTADO ESPAÑOL
CARTAS COMO GRUPOS
Monseñor D. Ricardo Blázquez Pérez
Presidente de la Conferencia Episcopal española
c/c: Monseñor D. Juan Antonio Martínez Camino
Secretario General, y Sr. Director de la Cadena COPE
Madrid, 21 de Octubre de 2005
Señor Obispo: Imaginamos que está al corriente de la emisión, los pasados días 5, 6 y 7 de octubre, por medio de la Cadena COPE, de una producción elaborada por un tal llamado Grupo Risa, bajo el epígrafe de "Salto a la valla" así como otro montaje, también del mismo grupo, titulado "la valla estaba repleta". Por si no ha tenido ocasión de escuchar la burla que en ellos se hace del sufrimiento de centenares de inmigrantes subsaharianos, le remitimos a la página web donde puede encontrar la forma en que desde esta cadena informativa, se mofan del dolor que representa el huir del propio país a causa del hambre. Lo encontrará usted en http://www.cope.es/la_manana/grupo_risa1.asp .
También estamos seguros que es usted consciente del patronazgo que la Conferencia Episcopal española ejerce sobre dicha Cadena COPE y el carácter de esta como portavoz de opiniones de la Conferencia que usted preside. Por lo anterior no enviamos esta carta, sino copia de la misma, al Director de dicho medio informativo, sino a usted, como Presidente de la Conferencia Episcopal, último responsable del tratamiento de las noticias en este medio de comunicación.
Es muy poco evangélico, Monseñor, hacer burla del sufrimiento de los seres humanos. Se puede tener la opción política que se desee, se puede optar por una u otra forma de sociedad, se pueden priorizar unos u otros valores. Pero nunca se pueden utilizar la muerte y las lágrimas de nuestros semejantes para hacer bromas de mal gusto. Podemos aceptar, aunque atente contra el buen gusto, los numerosos programas en los que esta Cadena critica de una forma grosera a políticos y personajes públicos, pero en esta ocasión, al traspasar la barrera de la ética, nos sentimos dañados en nuestra integridad como seres humanos. No es lícito usar la muerte y el sufrimiento de mujeres y hombres trivializando esta realidad para no sentirnos interpelados por ella. La Conferencia Episcopal, salvo honrosas excepciones, no ha tenido la gallardía, Monseñor, de tomar una postura beligerante y activa ante el drama humano que supone la inmigración en nuestro país. El fenómeno de la inmigración se debe, como usted bien sabe, a la injusticia centenaria de los países del Norte, que se han enriquecido expoliando durante siglos a los países del Sur y que, en este momento, les ahogan por medio de instituciones internacionales egoístas e insolidarias. No se puede compatibilizar el hablar, por una parte, de Jesús de Nazaret y, al mismo tiempo mantenerse en silencio ante esta realidad de muerte. No se puede autotitularse como "pastores del pueblo de Dios" cuando no están ustedes defendiendo a los más débiles de ese pueblo. Ese Reino de Dios por el cual clamamos cada día pidiendo que "venga a nosotros", no se acerca con actitudes como las suyas.
Es sorprendente ver en las calles de nuestras ciudades a nuestros obispos manifestándose a favor de la familia mientras no mueven ni un solo dedo ante las guerras, ante el dolor, ante la injusticia ni ante la muerte.
Cristo supo, en cada momento, acercarse y consolar a aquellos que necesitaban consuelo y supo comprometerse hasta tal punto que entregó su vida por la causa de la Justicia. No parece que este acercamiento amoroso haya contagiado las actitudes de nuestros obispos, que fríamente contemplan cómo el hambre azota a millones de criaturas humanas, sin provocar en ellos reacciones verdaderamente evangélicas.
No confiamos demasiado que una simple carta pueda mover a la fraternidad cuando las lágrimas no han conseguido este fin. Pero nuestra dignidad personal, nuestra ética y nuestras creencias nos hacen dirigirnos a usted para, parafraseando a Monseñor Romero, decirle que "En el nombre de Dios. cese la represión" a los más débiles. No cobijen más bajo el manto de la Conferencia Episcopal burlas a los desarraigados por la miseria, no permitan la mofa ante la muerte en las vallas de Ceuta y Melilla ni ante el abandono en pleno desierto de seres humanos indefensos, no sean partícipes del pecado de insolidaridad, y sepan asumir el luminoso papel de "pastores del pueblo de Dios" para el que han sido llamados.
Atentamente,



CARTAS A NIVEL INDIVIDUAL
Monseñor D. Ricardo Blázquez Pérez
Presidente de la Conferencia Episcopal española
c/c: Monseñor D. Juan Antonio Martínez Camino
Secretario General, y
Sr. Director de la Cadena COPE
Madrid, 21 de Octubre de 2005
Señor Obispo: Imagino que está al corriente de la emisión, los pasados días 5, 6 y 7 de octubre, por medio de la Cadena COPE, de una producción elaborada por un tal llamado Grupo Risa, bajo el epígrafe de "Salto a la valla" así como otro montaje, también del mismo grupo, titulado "la valla estaba repleta". Por si no ha tenido ocasión de escuchar la burla que en ellos se hace del sufrimiento de centenares de inmigrantes subsaharianos, le remito a la página web donde puede encontrar la forma en que desde esta cadena informativa, se mofan del dolor que representa el huir del propio país a causa del hambre. Lo encontrará usted en http://www.cope.es/la_manana/grupo_risa1.asp .
También estoy seguro que es usted consciente del patronazgo que la Conferencia Episcopal española ejerce sobre dicha Cadena COPE y el carácter de esta como portavoz de opiniones de la Conferencia que usted preside.
Por lo anterior no envio esta carta, sino copia de la misma, al Director de dicho medio informativo, sino a usted, como Presidente de la Conferencia Episcopal, último responsable del tratamiento de las noticias en este medio de comunicación. Es muy poco evangélico, Monseñor, hacer burla del sufrimiento de los seres humanos. Se puede tener la opción política que se desee, se puede optar por una u otra forma de sociedad, se pueden priorizar unos u otros valores. Pero nunca se pueden utilizar la muerte y las lágrimas de nuestros semejantes para hacer bromas de mal gusto. Puedo aceptar, aunque atente contra el buen gusto, los numerosos programas en los que esta Cadena critica de una forma grosera a políticos y personajes públicos, pero en esta ocasión, al traspasar la barrera de la ética, me siento dañado en mi integridad como ser humano. No es lícito usar la muerte y el sufrimiento de mujeres y hombres trivializando esta realidad para no sentirnos interpelados por ella. La Conferencia Episcopal, salvo honrosas excepciones, no ha tenido la gallardía, Monseñor, de tomar una postura beligerante y activa ante el drama humano que supone la inmigración en nuestro país. El fenómeno de la inmigración se debe, como usted bien sabe, a la injusticia centenaria de los países del Norte, que se han enriquecido expoliando durante siglos a los países del Sur y que, en este momento, les ahogan por medio de instituciones internacionales egoístas e insolidarias. No se puede compatibilizar el hablar, por una parte, de Jesús de Nazaret y, al mismo tiempo mantenerse en silencio ante esta realidad de muerte. No se puede autotitularse como "pastores del pueblo de Dios" cuando no están ustedes defendiendo a los más débiles de ese pueblo. Ese Reino de Dios por el cual clamamos cada día pidiendo que "venga a nosotros", no se acerca con actitudes como las suyas.
Es sorprendente ver en las calles de nuestras ciudades a nuestros obispos manifestándose a favor de la familia mientras no mueven ni un solo dedo ante las guerras, ante el dolor, ante la injusticia ni ante la muerte.
Cristo supo, en cada momento, acercarse y consolar a aquellos que necesitaban consuelo y supo comprometerse hasta tal punto que entregó su vida por la causa de la Justicia. No parece que este acercamiento amoroso haya contagiado las actitudes de nuestros obispos, que fríamente contemplan cómo el hambre azota a millones de criaturas humanas, sin provocar en ellos reacciones verdaderamente evangélicas. No confio demasiado que una simple carta pueda mover a la fraternidad cuando las lágrimas no han conseguido este fin. Pero mi dignidad personal, mi ética y mis creencias me hacen dirigirme a usted para, parafraseando a Monseñor Romero, decirle que "En el nombre de Dios. cese la represión" a los más débiles. No cobijen más bajo el manto de la Conferencia Episcopal burlas a los desarraigados por la miseria, no permitan la mofa ante la muerte en las vallas de Ceuta y Melilla ni ante el abandono en pleno desierto de seres humanos indefensos, no sean partícipes del pecado de insolidaridad, y sepan asumir el luminoso papel de "pastores del pueblo de Dios" para el que han sido llamados.
Atentamente,

Comments:
Desde luego, esto es lo ultimo... o sea, que despues de todo resulta que la iglesia no protege a los pobres y los desvalidos.

La carta me parece un insulto, porque no es mas que un fanfin creado para fastidiar al lector y no para intentar remediar la situacion.

Me gustaria saber a que nivel te mueves tu para ayudar a los demas como para poder echar en cara a los demas su supuesto inmovilismo... ya se la respuesta NO ME MUEEEEVOOOO... GASTO MI TIEMPO EN VER COMO LOS DEMAS SE EQUIVOCAN SIN MOVER UN DEDO... es esa la realidad.

Creo que es mas practico que escribamos una carta a cada uno de los gobiernos de los paises de procedencia exigiendo que protejan la emigracion con garantias humanitarias y no permitan que sus hambrientos ciudadanos emigren en estas condiciones.

Debemos hacer autocritica y no critica facil.
 
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