viernes, octubre 21, 2005

Sembrando el odio

Se está hablando mucho en las bitácoras de los que sucedió ayer en la Universidad Autónoma de Madrid. Y coincido con Egócrata en sus reflexiones. No es admisible que unos pocos nos quieran llevar de nuevo al enfrentamiento. Y no me refiero a guerras civiles y cosas por el estilo. Lo bueno de la democracia liberal es que somos capaces de vivir unos juntos a otros sin necesidad de estar todo el cuestionando a nuestro vecino la conveniencia de sus ideas. En democracia, una mayoría -más o menos grande- decide qué es el bien común. Y dentro de esa mayoría estuvo en la transición Fraga, Carrillo, Felipe González, Suarez...... Todos menos los ultras que están ahora mismo motando el numerito. Y lo peor de todo esto no es que una minoría monte un numerito, sino que otros les alientan y les ponen un altavoz.
Mi postura personal es pasar de estas "anécdotas" y no prestarles atención. Hay cosas más interesantes que esos niños que visten con cinturones con la bandera España -anda, que nos pasamos el día renegando del nacionalismo por su amor a la bandera y es que algunos tienen la bandera de España hasta en los cordones de los zapatos-. Si les damos propaganda, se crecen. Eso es lo que quieren los neoconservadores españoles. La mejor forma de convatirles es con las ideas. La violencia -del tipo que sea- se la debemos de dejar a ellos.

Comments:
Por si en su día a la universidad complutense no le bastó con nombrar honoris causa a Honeker, ahora la autónoma se regodea nombrando a Carrillo, sujeto que pase que no fuese juzgado por supuestos crímenes, pero que asquea verle de esa guisa en una universidad pública de TODOs los españoles.
 
Sí, también daba asco ver a Fraga en instituciones públicas, qué vamos a hacerle.
 
Creo que el anómino te ha contestado. Lo bonito de la transición es que sólo dan "asco" aquellos que creen que la violencia sirve para algo.
 
Tranquilo, no hace falta que te pases por esta bitácora. A mí sólo me gusta debatir de ideas. El resto de comportamientos no me interesan.
Respecto a la quema de sedes del PP tengo poco que decir. No me gustó entonces y no me gusta ahora.
 
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